Las olas expectantes, testigos privilegiados de la partida de tejo que se está por jugar, negros contra amarillos, amarillos contra negros, el bochín entre ambos espera que lo posean y lo arrojen al campo de juego para dar comienzo al duelo.
El viento es un factor importante a la hora de decidir las estrategias y las tácticas a seguir para llegar a los 30 y proclamar la victoria.
Hay muchos detractores de este juego que lo ven como una reverenda (Dios nos libre y nos guarde), tremenda e imperdonable pelotudez, no me incluyo entre estos últimos. He jugado al tejo, pero no tanto, y tampoco he perdido los estribos para medir distancias entre bochín y tejos en disputa por puntos.
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