sábado, 10 de julio de 2010

La melancolía

La sensibilidad napoletana siempre fue muy atractiva para mí y la vivo intensamente porque viví un año en la región de Campania.
Quiero compartir hoy una canción que habla como pocas de esta cultura tan entrañable y más parecida a la nuestra de lo que nosotros creemos.
Es muy rica en imágenes y en la descripción del estado de ánimo de alguien que es de su tierra y siente nostalgia por volver a ella y melancolía.
Sin más preámbulos, les ofrezco el texto en su idioma original, el napoletano, traducido por mí al castellano.
Disfruten de esta hermosa canción cantada por Luciano:




Santa Lucia luntana ("Santa Lucía lejana")

Parten los barcos
Para tierras muy lejanas
Cantan a bordo:
¡Soy napolitano!
Cantan mientras
El golfo ya desaparece,
Y la luna, en medio del mar
Un poco de Nápoles
Les hace ver…
¡Santa Lucía!
Lejos de ti,
¡Cuánta melancolía!
Se recorre el mundo entero,
Se va a buscar fortuna…
Pero, cuando despunta la luna,
Lejos de Nápoles
¡No se puede estar!
Y suenan…pero las manos
Tiemblan sobre las cuerdas...
Cuántos recuerdos, ay de mí,
Cuántos recuerdos…
Y al corazón no lo curas
Ni siquiera con las canciones:
Escuchando voces y sonidos,
Se pone a llorar
Porque quiere volver…
¡Santa Lucía!
Lejos de ti,
¡Cuánta melancolía!
Se recorre el mundo entero,
Se va a buscar fortuna…
Pero, cuando despunta la luna,
Lejos de Nápoles
¡No se puede estar!
Santa Lucía, tú tienes
Sólo un poco de mar...
Pero, cuanto más lejos estás,
Más bella pareces…
Y el canto de las sirenas
¡Que teje todavía las redes!
El corazón no quiere riquezas:
Si ha nacido en Nápoles,
¡Es necesario morir!
¡Santa Lucía!
Lejos de ti,
¡Cuánta melancolía!
Se recorre el mundo entero,
Se va a buscar fortuna…
Pero, cuando despunta la luna,
Lejos de Nápoles
¡No se puede estar!


Partono 'e bastimente
pe' terre assaje luntane...
Cántano a buordo:
só' Napulitane!
Cantano pe' tramente
'o golfo giá scumpare,
e 'a luna, 'a miez'ô mare,
nu poco 'e Napule
lle fa vedé...

Santa Lucia!
Luntano 'a te,
quanta malincunia!
Se gira 'o munno sano,
se va a cercá furtuna...
ma, quanno sponta 'a luna,
luntano 'a Napule
nun se pò stá!

E sònano...Ma 'e mmane
trèmmano 'ncopp''e ccorde...
Quanta ricorde, ahimmé,
quanta ricorde...
E 'o core nun 'o sane
nemmeno cu 'e ccanzone:
Sentenno voce e suone,
se mette a chiagnere
ca vò' turná...
Santa Lucia!
Luntano 'a te,
quanta malincunia!
Se gira 'o munno sano,
se va a cercá furtuna...
ma, quanno sponta 'a luna,
luntano 'a Napule
nun se pò stá!

Santa Lucia, tu tiene
sulo nu poco 'e mare...
ma, cchiù luntana staje,
cchiù bella pare...
E' 'o canto d''e Ssirene
ca tesse ancora 'e rrezze!
Core nun vò' ricchezze:
si è nato a Napule,
ce vò' murí!
Santa Lucia!
Luntano 'a te,
quanta malincunia!
Se gira 'o munno sano,
se va a cercá furtuna...
ma, quanno sponta 'a luna,
luntano 'a Napule
nun se pò stá!

3 comentarios:

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Lucas, me encanta tu blog. Se aprende y se reflexiona mucho con él, es decir contigo. La melancolía va unida en muchos casos a la inquietud más implicada, por las "ultimidades" de la existencia. ¿Cómo se puede intentar pensar lo último sin ser melancólico?

Un abrazo pensador!

Lucas Esandi dijo...

Muchas gracias por tus cálidas palabras, Rubén!
Pienso, incluso, que la melancolía se puede sentir en la melodía sin reparar en el texto. Por eso llega a tanta gente la sensibilidad napoletana.
En las ultimidades de la existencia está lo absoluto, hacia donde nos sentimos impulsados cuando gustamos de las bienes en esta vida; queremos el Bien en sí mismo: el Bien perfecto.

Nuestro corazón está hecho para eso. Ya lo decía San Agustín: «Amor meus, pondus meus».
El amor es nuestro peso.

Un abrazo noético, sin silogismos!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Lucas, yo mismo podría subrayar cada palabra que afirmas en tu respuesta a mi comentario.

Un abrazo!