lunes, 30 de agosto de 2010

La liberación del amor


«Hay tres condiciones que a menudo se parecen
pero se diferencian completamente, florecen en el mismo seto vivo:
apego a uno mismo y a las cosas y a las personas, desapego
de uno mismo y de las cosas y de las personas; y, creciendo entre ellos, la [indiferencia
que se parece a las otras como la muerte se parece a la vida,
estando entre dos vidas -sin florecer, entre
la ortiga viva y la muerta. Ésta es la utilidad de la memoria:
para la liberación –no menos amor, sino expansión 
del amor más allá del deseo, y así liberación
del futuro como del pasado. De esta forma, el amor a un país
empieza como apego a nuestro propio campo de acción
y llega a encontrar que esa acción es de poca importancia
aunque nunca indiferente. La Historia puede ser servidumbre,
la Historia puede ser libertad. Mira, ahora se desvanecen,
los rostros y los lugares, con el yo que, como pudo, los amó,
para ser renovados, transfigurados, en otro patrón.

El pecado es inevitable, pero
todo irá bien, y
toda clase de cosas saldrá bien.
Si pienso, de nuevo, en este lugar,
y en gente, no del todo recomendable,
sin parentesco ni bondad inmediatos,
pero de algún genio peculiar,
tocada por un genio común,
unidos en la lucha que los dividió;
si pienso en un rey al anochecer,
en tres hombres, y más, en el patíbulo
y unos pocos que murieron olvidados
en otros lugares, aquí y en el extranjero,
y en uno que murió ciego y callado
¿Por qué deberíamos celebrar
estos hombres muertos más que a los moribundos?
No es tañer la campana al pasado
ni tampoco es un encantamiento
para evocar el espectro de una Rosa.
No podemos revivir viejas facciones
no podemos restaurar viejas políticas
ni seguir un antiguo tambor.
Estos hombres, y los que se les opusieron
y aquellos a los que se opusieron
aceptan la constitución del silencio
y están congregados en un único partido.
Cualquier cosa que heredamos de los afortunados
hemos tomado de los derrotados
lo que tenían para dejarnos –un símbolo:
un símbolo perfeccionado en la muerte.
Y todo irá bien y
toda clase de cosas saldrá bien
por la purificación del motivo
en la causa de nuestra súplica».


T. S. Eliot, "Little Gidding", III. En Four Quartets.


Texto en inglés:


«There are three conditions which often look alike
Yet differ completely, flourish in the same hedgerow:
Attachment to self and to things and to persons, detachment
From self and from things and from persons; and, growing between them, [indifference
Which resembles the others as death resembles life,
Being between two lives—unflowering, between
The live and the dead nettle. This is the use of memory:
For liberation—not less of love but expanding
Of love beyond desire, and so liberation
From the future as well as the past. Thus, love of a country
Begins as attachment to our own field of action
And comes to find that action of little importance
Though never indifferent. History may be servitude,
History may be freedom. See, now they vanish,
The faces and places, with the self which, as it could, loved them,
To become renewed, transfigured, in another pattern.



Sin is Behovely, but
All shall be well, and
All manner of thing shall be well.
If I think, again, of this place,
And of people, not wholly commendable,
Of no immediate kin or kindness,
But of some peculiar genius,
All touched by a common genius,
United in the strife which divided them;
If I think of a king at nightfall,
Of three men, and more, on the scaffold
And a few who died forgotten
In other places, here and abroad,
And of one who died blind and quiet
Why should we celebrate
These dead men more than the dying?
It is not to ring the bell backward
Nor is it an incantation
To summon the spectre of a Rose.
We cannot revive old factions
We cannot restore old policies
Or follow an antique drum.
These men, and those who opposed them
And those whom they opposed
Accept the constitution of silence
And are folded in a single party.
Whatever we inherit from the fortunate
We have taken from the defeated
What they had to leave us -a symbol:
A symbol perfected in death.
And all shall be well and
All manner of thing shall be well
By the purification of the motive
In the ground of our beseeching».



He aquí un camino inusitado hacia el amor, 
la verdad que nos hace libres y
el provecho de la memoria.

Es necesario tener los pies firmes en este preciso y precioso instante que es el presente.
En estos versos sublimes, se hace patente el optimismo y la fe en la gracia de Dios, que transfigura a los seres humanos.

Aquellos que fallecieron han dejado tras de sí un símbolo perfeccionado en la muerte porque ésta evidencia que el símbolo es para siempre, como lo somos nosotros.

Finalmente, podemos notar -por lo visto en mi blog- cómo varían los matices y las formas de uno de los temas principales de Cuatro Cuartetos, que es el tiempo. Éste, es a su vez, la primer palabra del poemario. El título del poemario no es casual. Hay una recurrencia en temas e imágenes que subrayan las analogías de la música y de la poesía, entre las cuales se encuentra la búsqueda trascendente que se pueden sentir en ambas. En esta obra maestra, el motivo (musical) es a la imagen lo que la nota es a la palabra. El matiz varía, según el contexto, como la armonía de su poesía conforme ejecuta su arte al tempo giusto.

Espero que disfruten de este formidable poeta a cuya lectura los urjo a comenzar. 







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